Comisiones Obreras de Ceuta | 27 julio 2024.

Artículo de Antonio Jesús Guerrero de la Torre

La gestión de nuestra salud es una responsabilidad personal

    19/01/2024.
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    Desde que nacemos adquirimos información del entorno, aprendemos para adaptarnos y sobrevivir; pero este proceso no es posible sin la protección social (familia, pueblo, Estado), y no es gratis, tiene como contrapartida un reclutamiento y una aceptación de ideas, principios y valores.   Entre ellos, en esta sociedad que nos acoge, nos han adoctrinado en la ideología de la delegación, donde las personas no abordamos decisiones determinantes para nuestra vida; tenemos delegada la respuesta de seguridad, la justicia, los contenidos educativos de nuestros hijos, el control económico, y un largo etcétera. 

    Este planteamiento, que en principio tiene una impronta de control necesario, nos estructura un pensamiento perverso en el que relajamos o desistimos de nuestras responsabilidades y nuestra cooperación; así, hemos asistido a casos donde alguien caído en la calle no es atendido por viandantes, porque “el sistema será quien lo atienda”, verdaderamente terrible. 

    Pero esto, también nos equivoca respecto a nuestras realidades personales, cuando enfermamos vamos al sistema de protección de salud “para que nos sanen”, entendemos una obligación del médico el curarnos de nuestro mal, aunque hayamos tenido hábitos de vida tóxicos, entendemos un derecho y una obligación del Estado que restablezca nuestra salud.  CRASO ERROR. 

    La salud necesita de un cuidado, un estilo de vida que proteja nuestro complejo sistema biológico compuesto por lo físico, psíquico y singularizado por lo social, si lo alteramos, lo maltratamos o simplemente lo descuidamos, después el facultativo sólo podrá aplicarnos el conocimiento que en ese momento tenga la ciencia y con la tecnología que posea, no puede existir magia y no podemos eludir nuestra responsabilidad sobre nuestra salud. 

    Al igual que la ciencia, las personas somos entidades cambiantes, hoy no somos los de ayer y las experiencias que estamos viviendo nos harán diferentes para el día de mañana, todo es penúltimo. Los conocimientos de la ciencia, empíricos y estadísticos, cambian para evolucionar, no son erróneos sino evolutivos con el alcance de nuevos conocimientos.  Esto no podemos utilizarlo para desautorizar a la ciencia sino para aprovecharnos de ella con los conocimientos que en cada momento nos informa; nunca hemos estado más informados que ahora y nunca ha existido mayor acceso a la información, para lo bueno y para lo malo.

    Las personas, por tanto, no somos una realidad estática, y necesitamos de un continuo mantenimiento; que el domingo hayamos dormido mucho o muchísimo no compensará que el lunes no lo hagamos, y estaremos todo el día (del lunes) cansados; comer mucho un día no soluciona la nutrición de tres jornadas, si no ejercitamos la musculatura durante tres semanas perderemos masa corporal sin que haya servido de nada llevar tres años de ejercicio continuado.   Esto no lo puede cambiar ningún sistema, organización o Estado y, por ende, la salud es una responsabilidad personal intransferible. 

    La prevención es abordar esta realidad, todos los días debemos empezar de nuevo y nada ni nadie puede garantizarnos NADA, no podemos aseverar los resultados solamente proponer los medios para cuidar de nuestra salud y la de nuestros hijos con el ejemplo. 

    ¡LA SALUD NO SE DELEGA!