La nueva secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Ceuta, Carolina Gallego, es FEA de Medicina Interna, tiene 48 años, lleva 15 años trabajando en el HUCE y más de 7 años como sindicalista. Para Gallego, la actividad sindical “si se hace de forma honesta y comprometida, sigue siendo necesaria para evitar abusos que, por desgracia, siguen existiendo”. Entre sus objetivos, nos cuenta que está acabar con el “caciquismo” del Ingesa en Ceuta, así como luchar por la adecuación de recursos humanos a las necesidades asistenciales. Además señala que seguirán “reclamando la finalización de las obras del CS del Tarajal, un cuarto Centro de Salud, y las OPES anuales. Es importante que el trabajador se sienta seguro dentro de la empresa que lo contrata. Y para eso estamos y pensamos estar”.

• Pregunta.- Es usted la nueva secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Ceuta y entre sus objetivos ha dicho que está romper con el “caciquismo” que practica la Administración. ¿En qué se manifiesta dicho caciquismo y cómo va a trabajar desde el sindicato para acabar con él?

Respuesta.- Un perfecto ejemplo es lo acontecido recientemente en el Área Quirúrgica. Si se tiene interiorizado que se trabaja en una Administración Pública que no te pertenece, sino en la que tú estás integrado como trabajador, mando intermedio o Directivo, pero siempre con el objetivo de Servicio Público, no estaría actualmente descabezado el Servicio de Cirugía. El “caciquismo” o “cortijismo”, como lo queramos llamar, por desgracia impregna buena parte del entramado del INGESA en Ceuta, y traduce un problema de concepto de sus directivos, que se conducen como si nuestro HUCE (y esto se hace extensivo también a todo el Área Sanitaria) fuera un hospital privado (“su” hospital privado). Es evidente que no es lo mismo un hospital de gestión privada que ofrece servicios de salud, y que contrata, hace y deshace como desea, siempre dentro de la legalidad vigente, y una Administración pública, que es lo que es el INGESA en Ceuta. Puede que la raíz del problema se deba a que la mayoría de los directivos de ahora, fueron trabajadores del Hospital de la Cruz Roja, de gestión privada inicialmente, y que a pesar de su absorción a la Seguridad Social, ellos todavía no se han adaptado.

 

Esta falta de conciencia de ser una Administración Pública que debe actuar acorde a procedimientos establecidos legalmente se traduce en lo siguiente: desde la no convocatoria de jefaturas de servicio o mandos intermedios, la reticencia a convocatorias de interinidades (manteniéndose así a los trabajadores con contratos de 1-2-3 meses encadenados, hasta que se cansan y se van), el abuso de contratos “por necesidades del servicio”, la arbitrariedad a la hora de conceder permisos por conciliación, la negativa habitual inicial para los que solicitan reducciones de jornada por cuidado de hijos o excedencias por este motivo en unos casos, y a otros trabajadores se les concede sin ningún tipo de problemas los permisos y licencias que les corresponden (y hasta algunas de más). Otro ejemplo sería las comisiones de servicio, que si se conceden, se utilizan como “arma de control”, puesto que cualquier tipo de disenso con la Dirección significa la automática no renovación de dicha comisión (o al menos el recordatorio de que no se va a renovar, para conseguir “la vuelta al redil”), o le renuencia a sacar OPEs, porque así se mantiene al trabajador en situación de precariedad laboral, y por tanto en posición de absoluta debilidad frente a la Administración. Podría seguir dando ejemplos, pero sería eterno. Contra todas estas prácticas hemos luchado desde este sindicato, y estamos dispuestos a continuar con nuestra labor.

P.-  Usted lleva años trabajando como médico internista en el Hospital Universitario de Ceuta, ¿ha sufrido directamente alguna vez presiones, amenazas o ha sido testigo de esas actitudes dictatoriales que han denunciado en la última semana?

R.- Las he sufrido personalmente, y por ello soy especialmente sentible a este tipo de prácticas, que no deberían existir en ningún entorno laboral y, mucho menos, en ninguna Administración Pública, prácticas contra las que pienso luchar con todas las armas que la legalidad vigente pone a nuestra disposición.

P.-  Lo primero que ha hecho, públicamente, ha sido pedir la dimisión de la directora de Enfermería, Concha Díaz, en un escrito donde criticaba muy duramente a la Dirección del Ingesa en Ceuta. ¿Ha obtenido alguna respuesta? 

R.- No se ha recibido ninguna respuesta, ni a esta petición, ni a otros escritos solicitando tanto reuniones para tratar temas de vital importancia para los trabajadores (y por tanto también para los usuarios), como a solicitudes de cese/dimisión del actual Director Médico de Atención Especializada del HUCE, o del propio Director Territorial. La tónica de esta Dirección es la imposición por la imposición, incluso en contra del sentido común; y la ausencia total de diálogo. Respecto a las posibles represalias, iremos informando cuando proceda.

 De la misma manera que Javier Guerrero asumió la responsabilidad política de no sólo una actitud ética sino estética, el señor Lopera debería dimitir 

P.- Como decía, otra dimisión que lleváis pidiendo desde que se dio a conocer que fue uno de los primeros vacunados en Ceuta es la del director territorial, Jesús Lopera, pero tampoco hay contestación alguna y nunca ha dado explicaciones sobre su vacunación. ¿Cómo valora este silencio?

R.- El silencia de Lopera nunca ha sido más elocuente. Si lo que se publica recientemente en la prensa es cierto, de la misma manera que el Consejero de Sanidad, Javier Guerrero asumió la responsabilidad política de no sólo una actitud ética sino estética, el señor Lopera debería dimitir, y en su defecto, la Dirección del INGESA debería cesarlo de manera inmediata, tal y como hemos solicitado conjuntamente CCOO y CSIF en dos ocasiones a esta Dirección.

 

P.-  Entonces, como a los medios de comunicación que lleva meses comparecer atendiendo preguntas,  dice que a los trabajadores y sus demandas tampoco da respuestas. 

R.- El señor Lopera ni está ni se le espera. Y esto se puede hacer extensivo de manera general a todo su equipo directivo.

 P.-  Leía en la web de CCOO que entre sus principales líneas de actuación se encuentra la equiparación de las retribuciones para que a igual trabajo, igual salario. ¿Existe desigualdad salarial por sexos en el sistema sanitario?

R.- Esta afirmación se refiere al sector privado y no al público. En el Sector Público, al menos teóricamente, las retribuciones son iguales a idénticas categorías profesionales. Sí existen diferencias dentro de la misma categoría profesional dentro del Área Sanitaria que no se debe a que se retribuya menos a ningún trabajador por ser mujer, sino desigualdades que son atribuibles a otro factores, como la menor proporción de mandos intermedios ocupados por profesionales mujeres (ser nombrado como tal implica una mayor retribución correspondiente al cargo y se hace notar que esta asignación es, puramente “a dedo” en la inmensa mayoría de los casos, dado que no se cubren estas plazas cumpliendo con los requisitos de publicidad y concurrencia), la mayor proporción de mujeres que solicitan reducción de jornada por motivos de conciliación familiar, la menor retribución en el periodo baja maternal, dado que no se prorratean las guardias (recordemos que facultativas de nuestro hospital han tenido que reclamar esto mismo) …..y otros factores sociales que inciden en la retribución total final percibida.

P.-  Hablemos de la situacion sanitaria actual. ¿La pandemia ha provocado que socialmente se valore más la sanidad pública? ¿Se está reflejando en las políticas sanitarias?

R.- En el caso del INGESA en Ceuta, no podemos decir que se haya invertido o aprovechado esta situación para mejorar nuestro sistema sanitario, todo lo contrario, vemos como una “muerte anunciada” la sangría de facultativos especialistas que se van a sus nuevos destinos tras un proceso de movilidad voluntario, conocido perfectamente por el INGESA y frente al cual no ha tomado ninguna medida. Especialmente dramática es y va a ser la situación de la UCI del HUCE, dado que cuando el señor Lopera fue nombrado Director Territorial (antes de la pandemia, finales de 2018), no se convocó ninguna oferta de trabajo para sustituirlo como intensivista, y a fecha actual seguimos en la misma situación, junto con la perspectiva de que una facultativa especialista en Medicina Intensiva tiene previsto que se haga efectivo este traslado a principios de mayo. Resultados de todo esto: anuncian algunos expertos ya la cuarta ola, y aquí estamos con una UCI con dos intensivistas menos. Dígame usted si esta situación traduce una buena política sanitaria del INGESA en Ceuta, o una adecuada valoración de la importancia del cuidado de la salud de los ceutíes.

P.-  Usted es médico internista, ahora viéndolo con perspectiva tras más de un año desde que llegó el coronavirus a nuestras vidas, ¿cómo vivió el inicio de esta crisis sanitaria?

R.- Siempre desde el punto de vista laboral, con especial preocupación, sobre todo por la falta de protocolos e instrucciones precisas, así como la inicial carencia de EPIS.

 P.-  ¿En qué momento lo pasó peor en el último año de pandemia?

R.- Sería distinta la respuesta a nivel personal (que me reservo) y laboral. En el ámbito laboral, podría destacar indudablemente, un “incidente” (llamémosle así) ocurrido precisamente por poner en conocimiento como delegada LOLS deficiencias a nivel preventivo en el área donde desarrollo mi labor asistencial.

 P.- Y, actualmente, ¿se ve la luz al final del túnel?

R.- Si se refiere al caos organizativo en el INGESA en Ceuta, y el malestar de los trabajadores que lo conforman, francamente, no puedo ser optimista al respecto. En cuanto a la situación sanitaria, esta pregunta debería realizarse al propio Sr. Lopera, que es quien debe dar respuesta a estas cuestiones y no una organización sindical.

P.- ¿Se han dejado de atender otras enfermedades en Ceuta a causa del coronavirus? ¿En qué momento asistencial se encuentra la ciudad ahora mismo?

R.- Este sindicato ya ha alertado de este peligro de descuido de otras patología por falta de adecuación de recursos humanos a las exigencias actuales de salud, y lo ha hecho de forma reiterada tanto a la Dirección territorial como a la propia Dirección del INGESA, que son los que tienen el deber de garantizar una adecuada asistencia sanitaria y que no se descuiden otras patologías por atender a pacientes con la COVID. Como respuesta a nuestros escritos no hemos obtenido otra cosa que el silencio.

 P.- Uno de los grandes problemas de la Sanidad ceutí es el de la falta de personal y la situación precaria de los trabajadores. ¿Por qué no se da soluciones tras años de demandas de los sindicatos y profesionales?

R.- Buena pregunta. Eso mismo hemos preguntado a la propia Dirección del INGESA, sin obtener respuesta.

 P.- Hablábamos de que Lopera se ha vacunado antes que muchos sanitarios en primera línea. En general, ¿cómo valora el proceso de vacunación en nuestra ciudad?

R.- Respecto a la ciudad de Ceuta, este Sindicato no dispone de datos para opinar, por lo tanto no puedo ni debo entrar a valorar cómo la Ciudad Autónoma está implementando el proceso de vacunación. En cuanto a la vacunación de los trabajadores del INGESA en Ceuta, a los hechos me remito: todavía quedan trabajadores por vacunar, y a fecha 31/1/2021 (fecha que el Gerente de AS de Ceuta estimó como finalizadora de la vacunación de los trabajadores de primera línea), quedaba un número significativo de estos trabajadores sin vacunar, y sin que ni siquiera administrado la primera dosis. Sin embargo, nuestro Director Territorial fue vacunado, y según datos periodísticos, de los primeros. Creo que no precisa de más comentarios.